Desde ciudades con arquitectura medieval hasta frondosos bosques y paisajes montañosos, convierten a Rumanía en un destino digno de descubrir. Un país que vive entre los contrastes de antiguos castillos rurales y modernos edificios urbanos, sin dejar de lado las extensas áreas de belleza natural, como la región de Transilvania, con sus bosques, y los majestuosos montes Cárpatos. ¿A qué esperas? Visita Rumanía y explora su naturaleza virgen.
La capital de Rumanía, Bucarest, guarda algunas de las piezas arquitectónicas más importantes del país, como el palacio del Parlamento o el monasterio Stavropoleos.
Brasov es una parada obligatoria en tu visita a Rumanía. Esta ciudad, ubicada en Transilvania y rodeada por los Cárpatos, es el punto de partida hacia el famoso castillo de Bran, o, para muchos, de Drácula.
Uno de los destinos más visitados de Rumanía es Cluj-Napoca, una ciudad destacada por su arte contemporáneo, hermosas calles de piedra y animada vida nocturna.
Haz un viaje a la Edad Media en Sibiu, una ciudad al norte de Rumanía caracterizada por su arquitectura medieval. Visita el museo Brukenthal y atraviesa el puente de las Mentiras.
Planifica un paseo para conocer los monasterios de Bucovina, unas edificaciones de estilo bizantino decoradas en su exterior con pinturas y declaradas Patrimonio de la Humanidad.
La mejor época para visitar Rumanía es durante el verano, de junio a agosto, con temperaturas que oscilan entre los 18 y los 20 °C. Este clima resulta ideal para pasear por sus ciudades medievales, como Sibiu, o para practicar senderismo en Transilvania. El invierno (de noviembre a febrero) suele ser muy frío, con temperaturas que pueden llegar a descender por debajo de los 0 °C con normalidad.
Los ciudadanos de la Unión Europea no necesitan un visado para entrar en Rumanía y lo podrán hacer tan solo presentando su DNI o pasaporte.
Volar es la manera más rápida de llegar a Rumanía. Wizz Air, Ryanair o TAROM ofrecen vuelos directos de Madrid a Bucarest por unos 475 RON (alrededor de 100 EUR).
No hay conexiones directas en tren desde España a Rumanía, pero sí desde Francia. Un viaje desde París hasta Bucarest tiene una duración aproximada de treinta y dos horas y cuesta unos 1425 RON (300 EUR, más o menos).
Si viajas en coche desde Barcelona hasta Bucarest, ten en cuenta que el viaje puede durar unas veintiocho horas y que deberás pagar numerosos peajes.
FlixBus ofrece trayectos desde Budapest a Cluj-Napoca o a Bucarest por unos 85 RON y 140 RON (30 EUR y 18 EUR), respectivamente.
En las grandes ciudades de Rumanía, como Bucarest, Cluj-Napoca o Brasov, tendrás a tu disposición una amplia gama de alojamientos. Desde hoteles de lujo hasta opciones más económicas, como los Bed and Breakfast (cama y desayuno) y los hostales.
En Rumanía hay buenos sistemas de autobuses, tranvía y Metro. Para utilizar el bus y el tranvía, debes comprar una tarjeta recargable, que cuesta unos 2 RON (0,40 EUR), al igual que cada viaje que realices. El billete sencillo en Metro cuesta unos 5 RON (más o menos, 1 EUR), o puedes escoger un pase de un día por unos 8 RON (1,70 EUR, aproximadamente).
Los autobuses conectan muy bien las ciudades, aunque, como Rumanía es un país extenso, los viajes suelen ser largos. Un trayecto de Bucarest a Cluj-Napoca puede costar unos 75 RON (15 EUR, aproximadamente) y durar sobre nueve horas.
Al igual que los autobuses, los trayectos en tren pueden ser largos. Un viaje desde Bucarest a Cluj-Napoca puede durar unas nueve horas y costar unos 80 RON (17 EUR, más o menos).
La edad mínima para alquilar un coche en Rumanía es de veintiún años y los precios oscilan entre los 50 RON y los 160 RON (unos 10 EUR y 35 EUR), respectivamente, según el modelo.
Los vuelos internos en Rumanía suelen resultar económicos. Un trayecto de Bucarest a Cluj-Napoca puede costar unos 190 RON (sobre 40 EUR).
Se puede calcular un gasto medio diario entre unos 285 y unos 380 RON (60 EUR y 80 EUR, más o menos) para disfrutar de unas cómodas vacaciones en Rumanía. Con este presupuesto, podrás escoger un alojamiento modesto con baño privado, degustar la comida local en restaurantes y asistir a numerosas atracciones como castillos y museos.