La hermosa Heidelberg ocupa un lugar muy especial en la cultura alemana. Vinculada al río Neckar en medio de un bosque de cuento de hadas y dominada por un famoso castillo en ruinas, esta encantadora ciudad universitaria parece sacada directamente del siglo XVIII.
A lo largo de los siglos, las atracciones intelectuales y pintorescas de Heidelberg han atraído a gigantes literarios. El entorno, el ambiente y la tranquilidad de la ciudad siempre han sido inspiradores, y sus poderes se mantienen actualmente.
Sube al castillo y declama versos románticos, toma fotos de los paisajes de Turner o festeja en el Altstadt con los estudiantes de la ciudad.
Heidelberg se centra alrededor del Altstadt, al pie de la colina del castillo y catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Marktplatz es también el lugar para ir a cenar y a hacer compras de primer nivel.
Heidelberg es un retiro famoso para intelectuales. Sigue los pasos de escritores como Goethe y pintores como Turner, y probablemente descubrirás por qué la ciudad ejerció tal atracción sobre las mentes brillantes.
El río Neckar no es el Rin, pero recorrerlo en crucero mientras se bordean bosques preciosos es una experiencia maravillosa. Empresas como Weiße Flotte ofrecen cruceros turísticos diarios que proporcionan magníficas vistas del casco antiguo y el castillo.
Ningún visitante de Heidelberg puede ignorar el Schloss, que domina la ciudad. Construido con una hermosa piedra rosada, este castillo parcialmente destruido por un incendio en el siglo XVIII, fue restaurado para conservar la sensación salvaje y romántica de las ruinas. Hoy en día, jardines, fuentes y numerosos museos pueblan este enclave que, además, ofrece increíbles vistas de la ciudad.
Los museos de Heidelberg son otro atractivo esencial. Entre ellos, el Museo Carl Bosch celebra los descubrimientos mundiales del químico Carl Bosch y el Museo Alemán de Farmacia analiza la historia de la medicina.
Hauptstraße conecta el centro de la ciudad moderna (plaza Bismarck) y el corazón de la ciudad antigua (la plaza del Mercado). Presenta todo el colorido y la belleza de las construcciones barrocas y una atractiva animación en sus distintas tiendas.
Conectando el casco antiguo con la orilla derecha del río, el Puente Viejo propone un encantador y tranquilo paseo por un pintoresco paso elevado de piedra arenisca que, alguna vez, estuvo integrado en las fortificaciones medievales de la ciudad. Enmarcado por dos torres, una de las cuales contenía mazmorras, también es famoso por sus esculturas y estatuas.
Caminar por este lugar es fascinante. Philosophenweg, el paseo de los Filósofos, no tiene rival. Se trata de un sinuoso sendero de más de 2 kilómetros que comienza en el Puente Viejo y ofrece visitas espectaculares conforme vas ascendiendo.
Iniciada en 1398, Heiliggeistkirche tardó más de 150 años en completarse. Si eres capaz de subir los más de 200 escalones de su torre, obtendrás una magnífica recompensa: unas vistas panorámicas impresionantes.
La última parada en el histórico funicular te dejará en la cima de Königstuhl, donde te vendrá bien haber cogido una chaqueta. Este majestuoso escenario en las montañas Odenwald ofrece espléndidas vistas junto con café caliente o cerveza fría. Incluye un parque temático para niños y el histórico Observatorio Estatal, donde se descubrieron 400 asteroides. En este lugar te sentirás como un halcón, por las vistas y por la presencia de la estación de cría de halcones de Königstuhl.
Hauptstraße conecta el centro de la ciudad moderna (plaza Bismarck) y el corazón de la ciudad antigua (la plaza del Mercado). Presenta todo el colorido y la belleza de las construcciones barrocas y una atractiva animación en sus distintas tiendas.
Conectando el casco antiguo con la orilla derecha del río, el Puente Viejo propone un encantador y tranquilo paseo por un pintoresco paso elevado de piedra arenisca que, alguna vez, estuvo integrado en las fortificaciones medievales de la ciudad. Enmarcado por dos torres, una de las cuales contenía mazmorras, también es famoso por sus esculturas y estatuas.
Caminar por este lugar es fascinante. Philosophenweg, el paseo de los Filósofos, no tiene rival. Se trata de un sinuoso sendero de más de 2 kilómetros que comienza en el Puente Viejo y ofrece visitas espectaculares conforme vas ascendiendo.
Iniciada en 1398, Heiliggeistkirche tardó más de 150 años en completarse. Si eres capaz de subir los más de 200 escalones de su torre, obtendrás una magnífica recompensa: unas vistas panorámicas impresionantes.
La última parada en el histórico funicular te dejará en la cima de Königstuhl, donde te vendrá bien haber cogido una chaqueta. Este majestuoso escenario en las montañas Odenwald ofrece espléndidas vistas junto con café caliente o cerveza fría. Incluye un parque temático para niños y el histórico Observatorio Estatal, donde se descubrieron 400 asteroides. En este lugar te sentirás como un halcón, por las vistas y por la presencia de la estación de cría de halcones de Königstuhl.
Tratándose de una ciudad pequeña, la escena gastronómica de Heidelberg es impactante. Los fanáticos de la comida gourmet seguramente irán a Alstadt, donde destacan Simplicissimus, Schnitzelbank y restaurantes tradicionales como Hackteufel. Alter Mönchhof ofrece comidas al aire libre en el Neckar, mientras que Le Coq sirve cocina francesa. Una buena comida de tres platos te costarás unos 30 EUR.
Heidelberg atrae a más de 10 millones de visitantes cada año. Esto significa que la temporada alta de verano pueda estar bastante concurrida. Por ello, no es una época especialmente recomendable para visitarla. Mejor viajar en abril o mayo, cuando la primavera alemana está en plena floración, o en el otoño, entre septiembre y octubre. La temperatura media anual es de 15,5 ºC, mientras que en abril o mayor te encontrarás a entre 19 y 23 ºC.
Volar a Heidelberg es la forma más fácil de llegar a la ciudad, ya que el aeropuerto de Fráncfort del Meno está a un corto trayecto en tren, autobús o en coche (80 kilómetros). Cuando llegues, la mejor ruta a la ciudad consiste en utilizar el tren Inter City Express (ICE), que cuesta 24,50 EUR. Lufthansa asimismo ofrece autobuses de enlace por 23 EUR. También puedes coger un taxi, cuyo recorrido te costará alrededor de 150 EUR o más.
Heidelberg está en la línea de trenes de alta velocidad ICE de Fráncfort del Meno a Stuttgart, lo que la conecta con Colonia, Basilea, Múnich, París y Berlín. La Hauptbahnhof se encuentra en Weststadt, a un par de kilómetros de Altstadt. Para llegar a la ciudad rápidamente, puedes tomar el S-Bahn o tomar el tren ligero desde el exterior de la estación principal. Así, puedes viajar desde Fráncfort por entre 5 y 30 EUR, con compañías como Deutsche Bahn, Eurolines France y FlixBus.
Si optas por alquilar un coche en el aeropuerto de Fráncfort, conducir a Heidelberg te resultará sencillo. Al salir del aeropuerto, coge la A3 unos 3 kilómetros hacia el este, luego cambia a la A5 en dirección sur y continúa hasta Heidelberg. Si vuelas a Stuttgart, toma la A8 hacia Karlsruhe y luego la A5 hacia el norte.
Los autobuses interurbanos conectan con Heidelberg desde toda Alemania. Las compañías Eurolines y Deinbus son sus principales operadores. Desde Fráncfort, por ejemplo, un trayecto en autobús de alrededor de 2 horas, gestionado por FlixBus, te costará desde 6,00 EUR. Los autobuses paran en la Hauptbahnhof o estación central, a un corto trayecto en tren ligero del Altstadt.
1. Altstadt es el casco antiguo, un lugar mágico para pasear. Sube al Schloss para disfrutar de unas vistas impresionantes, disfruta de un café en la majestuosa Marktplatz y visita iglesias encantadoras como Peterskirche, antes de adentrarte en lugares tradicionales como Kulturbrauerei o Schnitzelbank.
2. Handschuhsheim está situado al otro lado del río Neckar, desde Altstadt. Acoge la universidad de la ciudad y algunos de sus edificios más antiguos. La antigua iglesia de San Vito y el Neckarwiese, que se convierte en un animado lugar de pícnic en las noches estivales, se encuentran aquí.
3. Ziegelhausen es un pequeño y atractivo pueblo satélite de Heidelberg, que se esconde tras el Schloss. Cuenta con el atractivo Museo Textil Max Berk y resulta fácil acceder a la ciudad por medio de autobuses.
Puedes moverte fácilmente por Heidelberg gracias a los tranvías, los autobuses y la red de trenes S-Bahn. La mayoría de los servicios enlazan con Bismarckplatz, en Altstadt. El precio de un billete sencillo es 2,30 EUR, mientras que los bonos de un día valen 6 EUR.
Los taxis son un complemento, pero no es la forma más asequible de moverse por Heidelberg. La tarifa básica incluye una bajada de bandera de 3 EUR, 5,40 EUR por los primeros 1,93 kilómetros y, a continuación, 1,80 EUR por cada 0,62 metros.
Heidelberg es el lugar ideal para alquilar un automóvil. Podrás conducir fácilmente hasta los aeropuertos, admirar los valles Neckar y Rhine, visitar las posadas rurales y moverte por la ciudad con facilidad. Encontrarás sucursales de Enterprise y Budget en el centro, cuyas tarifas rondan los 15 EUR por día.
Altstadt está repleta de pequeñas boutiques artesanales, chocolaterías, perfumerías y más. La zona peatonal entre Bismarckplatz y Marktplatz es el centro de la escena comercial local, donde se encuentran las tiendas de perfumes como Parfümerie Frosch y una gran variedad de boutiques de moda. Plöck es otra maravillosa calle comercial, mientras que Marktplatz está rodeado de tiendas. La Boutique Lindt, con su gran variedad de chocolates artesanales, es particularmente difícil de ignorar.
Si necesitas comprar alimentos durante tu estancia, las mejores opciones son Netto, REWE y Kaufland. Los precios suelen ser moderados: 4 litros de leche cuestan alrededor de 2,40 EUR. La cerveza nacional te costará unos 3,20 EUR.