Chengdú es la capital de la provincia china de Sichuán y una de las ciudades más grandes del oeste de China. Se trata de una localidad relajada y tranquila, que contrasta radicalmente con la mayoría de las metrópolis de este país.
Tradicionalmente ha sido, asimismo, un centro agrícola rico, conocido como "Tierra de leche y miel" por la extraordinaria calidad de sus productos.
Además de enormes rascacielos grises, noches megailuminadas, muchísimo tráfico y multitud de habitantes, esta ciudad ofrece también la posibilidad de admirar osos pandas, explorar estupendos monasterios y templos orientales, callejear por escenarios fascinantes y relajarte en magníficos parques.
Chengdú es la puerta de entrada a las tierras interiores occidentales de China y la meseta del Tíbet, por lo que ofrece paisajes deslumbrantes y salvajes en los que disfrutar enormemente.
En ningún caso debes dejar de visitar la Base de cría de Panda, situada en el norte de la ciudad. Es una oportunidad única para admirar estas criaturas tan encantadoras como exóticas.
Dujiangyan es un lugar incomparable para disfrutar de los mejores ejemplos de antiguos edificios chinos, obras de ingeniería y templos taoístas espectaculares.
La cocina de la provincia de Sichuán figura entre las más apreciadas y mejor valoradas del país. En Chengdú encontrarás una extraordinaria variedad de platos que no están disponibles en el mundo occidental. ¡Atrévete a probarlos todos y te chuparás los dedos!
Imita a los lugareños a la hora de divertirte y disfrutar del arte. Acude a una casa de té por la noche y pásatelo en grande con alguno de los espectáculos únicos de la Ópera de Sichuán.
Chengdú es el hogar de los maravillosos osos panda gigantes, así que no puedes abandonarla sin ver a estas magníficas criaturas en su hábitat natural. Dado que esta especie tiene dificultades para reproducirse y temporalmente ha estado en peligro de extinción, la Base de Investigación de Chengdú ha realizado un excelente trabajo para conservarla. La entrada al recinto cuesta ¥ 58,49 y podrás ver un vídeo informativo subtitulado en inglés en el que se explica la importancia de este centro. Después, podrás moverte a tu antojo por el parque para visitar a los fabulosos masticadores de bambú.
El Monte Qingcheng es el centro más importante del taoísmo. Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como consecuencia de la magnífica belleza de sus templos, combina la arquitectura antigua con los 36 picos que los circundan de un modo prodigioso. Las Cataratas del Monte Qingcheng, cercanas, también constituyen una visita imprescindible. Regresa a la antigua China y siéntete conectado con la naturaleza.
El templo dedicado al emperador Lui Bei, que gobernó en el periodo de los Tres Reinos, fue construido durante la dinastía Qing, en 1672. Junto a una arquitectura espectacular, destaca por las tablas de piedra que incluye en sus exposiciones. La mayoría incorporan poemas y refranes, el más famoso de los cuales es "El éxito triple", que está datado en el 805 d. C. Admirar algo tan antiguo, y especial a la vez, es fascinante. Rodeado de 37 000 metros cuadrados de bosque y senderos, puedes pasar el día aquí moviéndote entre la naturaleza y la historia de China y sintiendo la espiritualidad en el entorno.
Maitreya es, según se dice, el futuro Buda de este mundo. Se encuentra representado en una estatua de 71 metros que ha sido directamente tallada sobre la pared de un acantilado, frente al río, por lo que constituye una presencia imponente. El Buda se presenta sentado y con las manos apoyadas sobre las rodillas. Al haber sido esculpida sobre roca rojiza, forma un atractivo contraste con el río y los árboles verdes que conforman su escenario. Su construcción se inició en el 713 y fue necesario mover tanta roca que el flujo del río quedó alterado para siempre.
El sistema de riego de Dujiangyan es patrimonio de la humanidad. Tiene 2000 años de existencia, por lo que es el más antiguo que existe y el único que carece de represa. Sigue operativo y beneficiando a miles de personas.
Chengdú es el hogar de los maravillosos osos panda gigantes, así que no puedes abandonarla sin ver a estas magníficas criaturas en su hábitat natural. Dado que esta especie tiene dificultades para reproducirse y temporalmente ha estado en peligro de extinción, la Base de Investigación de Chengdú ha realizado un excelente trabajo para conservarla. La entrada al recinto cuesta ¥ 58,49 y podrás ver un vídeo informativo subtitulado en inglés en el que se explica la importancia de este centro. Después, podrás moverte a tu antojo por el parque para visitar a los fabulosos masticadores de bambú.
El Monte Qingcheng es el centro más importante del taoísmo. Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como consecuencia de la magnífica belleza de sus templos, combina la arquitectura antigua con los 36 picos que los circundan de un modo prodigioso. Las Cataratas del Monte Qingcheng, cercanas, también constituyen una visita imprescindible. Regresa a la antigua China y siéntete conectado con la naturaleza.
El templo dedicado al emperador Lui Bei, que gobernó en el periodo de los Tres Reinos, fue construido durante la dinastía Qing, en 1672. Junto a una arquitectura espectacular, destaca por las tablas de piedra que incluye en sus exposiciones. La mayoría incorporan poemas y refranes, el más famoso de los cuales es "El éxito triple", que está datado en el 805 d. C. Admirar algo tan antiguo, y especial a la vez, es fascinante. Rodeado de 37 000 metros cuadrados de bosque y senderos, puedes pasar el día aquí moviéndote entre la naturaleza y la historia de China y sintiendo la espiritualidad en el entorno.
Maitreya es, según se dice, el futuro Buda de este mundo. Se encuentra representado en una estatua de 71 metros que ha sido directamente tallada sobre la pared de un acantilado, frente al río, por lo que constituye una presencia imponente. El Buda se presenta sentado y con las manos apoyadas sobre las rodillas. Al haber sido esculpida sobre roca rojiza, forma un atractivo contraste con el río y los árboles verdes que conforman su escenario. Su construcción se inició en el 713 y fue necesario mover tanta roca que el flujo del río quedó alterado para siempre.
El sistema de riego de Dujiangyan es patrimonio de la humanidad. Tiene 2000 años de existencia, por lo que es el más antiguo que existe y el único que carece de represa. Sigue operativo y beneficiando a miles de personas.
La verdad es que vas a comer bien en todo Chengdú. La cadena Lanzhou Lamian es una buena alternativa, que tiene puntos de venta en toda la ciudad y sirve magnífica comida local, como platos de fideos por ¥ 4. El restaurante Wenshu Temple Vegetarian se ubica en la calle Wenshu y dispone de un inmenso bufé por solo ¥ 35, además de servir platos calientes picantes desde ¥ 50.
La climatología de Chengdú se caracteriza por los veranos sofocantes y los inviernos fríos y húmedos. En consecuencia, tanto la primavera como el otoño son los mejores momentos para organizar un viaje a esta ciudad china.
El aeropuerto internacional Chengdú Shuangliu se ubica a 19 km del centro de la ciudad. Recibe vuelos de toda China y numerosas conexiones internacionales. Una vez en él, toma el autobús expreso número 1 para llegar al centro por ¥ 10 o utiliza un taxi para ello, por ¥ 45.
Chengdú tiene excelentes conexiones de trenes con toda China, muchas de ellas mediante trenes bala de alta velocidad, como el servicio de Chongqing, que cuesta ¥97.
Chengdú ocupa el centro de una amplia red de autopistas situadas en el oeste de China. El G317 en dirección noroeste, el G318 que conecta con el Tíbet por el oeste y el G5 en dirección noreste desde Pekín son las principales referencias viarias.
La ciudad cuenta con varios servicios de autobús desde otras capitales chinas, como Hongyan, cuya tarifa a Chengdú es de ¥ 108.
1. El distrito de Jinjaing es una zona joven y animada, con muchos bares y tiendas de marcas internacionales a tu disposición.
2. El distrito de Wuhou es un barrio grande y rico, con algunos enclaves de interés histórico, como el templo Wuhou y la antigua calle Jinli.
3. El distrito Qingyang es un pintoresco vecindario localizado al oeste del centro de la ciudad, el cual alberga el impresionante palacio Qingyang.
Chengdú cuenta con un moderno sistema de metro, extenso y eficiente. Los billetes cuestan entre ¥ 2 y ¥ 4, en función de la distancia. Los autobuses locales salen por ¥ 2.
Los taxis son abundantes y se encuentran bien controlados. La bajada de bandera sale por ¥ 9 y, durante el trayecto, se irán sumando ¥ 3 por cada 1,6 kilómetros que recorras.
Chengdú, tanto por la mañana como por la noche, padece horas puntas muy congestionadas que hacen perder la paciencia a los más equilibrados. Por ello, es mejor no utilizar el coche en esos momentos. Alquilar un automóvil te saldrá, aproximadamente, por ¥ 130 al día.
Chunxi Road es la principal calle comercial de esta ciudad. En ella se reúnen más de 700 tiendas, por lo que puedes comprar prácticamente de todo: desde moda y joyería hasta libros y música. El mercado de antigüedades Songxian Qiao, ubicado en el distrito de Qing Yang, es perfecto para adquirir artesanías, antigüedades y recuerdos en un ambiente enormemente sugerente.
Un litro de leche te costará en Chengdú unos ¥ 12,25, mientras que una docena de huevos te saldrá por ¥ 7,80. Por otra parte, si quieres tomarte una cerveza, necesitarás ¥ 5 si eliges medio litro de barril y una marca local. Si prefieres una cerveza de importación, los 33 cl te saldrán por ¥ 12.