Burdeos ha perfeccionado el equilibrio entre lo antiguo y lo nuevo, creando una encantadora mezcla de edificios históricos restaurados, barrios peatonales y arquitectura innovadora.
En Burdeos todo parece encajar. Es una potencia económica, vende vino en grandes cantidades y posee numerosos servicios financieros. La animación estudiantil se aprecia en sus calles, convertidas en centro cultural y enclave histórico destacado por la Unesco.
Así, Burdeos te seducirá. Saborea algunos de los mejores vinos mundiales, acércate a la historia y vive la cultura francesa plenamente.
Los recientes proyectos de regeneración de los Bassins à Flot son impresionantes. Convertidos en centros nocturnos muy animados, incluyen magníficas cafeterías, locales de música y estupendos restaurantes.
La impresionante variedad arquitectónica e histórica de Burdeos ha sido respaldada por la Unesco. Edificios neoclásicos como el Grand Théâtre, monumentos medievales como la catedral y espacios originarios del siglo XVII, como la plaza de la Bourse, conforman su patrimonio.
Burdeos es sinónimo de vino. Desde esta ciudad puedes realizar recorridos por los viñedos o degustarlos en sus céntricos bares. Además, puedes acompañarlos con deliciosos platos como el bistec al vino, los estupendos mariscos y la pasteles Cannelés.
El arte siempre ha sido un motor para la ciudad. Cuenta con el Museo de Arte Contemporáneo y el Museo de Bellas Artes, dos de las mejores galerías de Francia. El Festival Internacional de Artes de Burdeos, en octubre, permite descubrir por qué esta capital goza de tanta importancia en el panorama cultural mundial.
Moverse por Burdeos es tan fácil que es casi una atracción. Autobuses, tranvías y transbordadores fluviales te llevan hasta los rincones más recónditos. Para moverte por el centro, lo mejor es andar.
La hermosa catedral de San Andrés domina el centro de la ciudad. De su inicial consagración en 1096 solo se conserva una pared. Casi todas las demás datan de los siglos XIV y XV. Es una obra maestra gótica, considerada como el edificio religioso más grande y hermoso de Aquitania. Cuenta con dos torres de más de 80 metros de altura y alberga la impresionante colección Marcade. Junto a la catedral, el campanario Tour Pey Berland ofrece una escalada desafiante con la recompensa de unas vistas increíbles.
El Gran Teatro de Burdeos incluye la Ópera Nacional de las Artes. Se inauguró en 1780 y ha recibido compañías de ballet, grupos de ópera y actuaciones escénicas sublimes. Fue diseñado por Victor Louis, con el propósito de convertirlo en un templo de las artes. Desde el imponente hall hasta la escalera que conduce al altísimo auditorio, todo resulta impresionante en su interior. Es uno de los escasos teatros europeos con entramado de madera que no ha sido dañado por el fuego.
La impresionante plaza de la Bourse es la más emblemática de esta ciudad. Esta obra de Ange-Jacques Gabriel, el primer arquitecto de Luis XV, se creó entre 1730 y 1775 a orillas del Garona. Es un espacio elegante y popular, perfecto para pasear. Su amplio espacio rectangular está delimitado por el Hotel de la Bourse, el Hotel des Fermes y el pabellón centro, mientras que su cuarto lado queda abierto al río. En el centro encontrarás la imponente fuente de las Tres Gracias, instalada en 1869. Es idónea para tomar fotografías.
La Basílica de San Seurín, levantada en el siglo XI, es uno de los edificios más antiguos de Burdeos. La construyeron los monjes locales para proporcionar alojamiento a los peregrinos en ruta a Santiago. En el siglo XIII se completó con la entrada gótica de la fachada sur y, en los siglos XIV y XV, con la adición de varias capillas. El enorme órgano de tubos, por su parte, corresponde al siglo XVIII. Su entorno se convierte en un recinto de paz en la urbe.
El puente de Pierre es una estructura histórica que conecta la orilla izquierda del Garona, a la altura de la calle Victor Hugo, con la orilla derecha, en el barrio de la Bastide. Se encuentra cerca de la plaza de la Bourse. Edificado entre 1819 y 1822, fue el primer puente sobre este río y lo mandó construir el mismísimo Napoleón. Sus 17 arcos incluyen las 17 letras del nombre de su impulsor: Napoleón Bonaparte. Recorrerlo de noche, bajo sus farolas, resulta encantador y romántico.
La hermosa catedral de San Andrés domina el centro de la ciudad. De su inicial consagración en 1096 solo se conserva una pared. Casi todas las demás datan de los siglos XIV y XV. Es una obra maestra gótica, considerada como el edificio religioso más grande y hermoso de Aquitania. Cuenta con dos torres de más de 80 metros de altura y alberga la impresionante colección Marcade. Junto a la catedral, el campanario Tour Pey Berland ofrece una escalada desafiante con la recompensa de unas vistas increíbles.
El Gran Teatro de Burdeos incluye la Ópera Nacional de las Artes. Se inauguró en 1780 y ha recibido compañías de ballet, grupos de ópera y actuaciones escénicas sublimes. Fue diseñado por Victor Louis, con el propósito de convertirlo en un templo de las artes. Desde el imponente hall hasta la escalera que conduce al altísimo auditorio, todo resulta impresionante en su interior. Es uno de los escasos teatros europeos con entramado de madera que no ha sido dañado por el fuego.
La impresionante plaza de la Bourse es la más emblemática de esta ciudad. Esta obra de Ange-Jacques Gabriel, el primer arquitecto de Luis XV, se creó entre 1730 y 1775 a orillas del Garona. Es un espacio elegante y popular, perfecto para pasear. Su amplio espacio rectangular está delimitado por el Hotel de la Bourse, el Hotel des Fermes y el pabellón centro, mientras que su cuarto lado queda abierto al río. En el centro encontrarás la imponente fuente de las Tres Gracias, instalada en 1869. Es idónea para tomar fotografías.
La Basílica de San Seurín, levantada en el siglo XI, es uno de los edificios más antiguos de Burdeos. La construyeron los monjes locales para proporcionar alojamiento a los peregrinos en ruta a Santiago. En el siglo XIII se completó con la entrada gótica de la fachada sur y, en los siglos XIV y XV, con la adición de varias capillas. El enorme órgano de tubos, por su parte, corresponde al siglo XVIII. Su entorno se convierte en un recinto de paz en la urbe.
El puente de Pierre es una estructura histórica que conecta la orilla izquierda del Garona, a la altura de la calle Victor Hugo, con la orilla derecha, en el barrio de la Bastide. Se encuentra cerca de la plaza de la Bourse. Edificado entre 1819 y 1822, fue el primer puente sobre este río y lo mandó construir el mismísimo Napoleón. Sus 17 arcos incluyen las 17 letras del nombre de su impulsor: Napoleón Bonaparte. Recorrerlo de noche, bajo sus farolas, resulta encantador y romántico.
Hay cientos de brasseries excepcionales por toda la ciudad. Belle Campagne, en Saint-Pierre, ofrece un estupendo menú de temporada y Le Flacon, en la calle Cheverus, es un gastrobar con vinos exquisitos. Miles ofrece fusión de productos de mercado y cocina de vanguardia. Si quieres un establecimiento VIP, Le Pressoir d'Argent, en el Hotel Regent, es lo que buscas. ¿La horquilla de precios? Desde 10 EUR a más de 60.
Burdeos es un destino apetecible durante todo el año. Posiblemente, el mejor momento para visitarlo es entre abril y junio. Entonces el clima es templado y todavía no hay aglomeración de visitantes. Octubre también es una buena opción, con precios reducidos.
El aeropuerto de Burdeos-Mérignac (BOD) conecta con América del Norte, Londres, París y otras ciudades europeas. Desde él, hay autobuses rápidos que llegan al centro en 45 minutos, por un precio de 7,40 EUR. Además, puedes contratar a Hello Shuttel servicios puerta a puerta por 8,30 EUR. Otra posibilidad, muy económica, es coger un autobús local por 1,50 EUR. La línea 1 es la adecuada. Si prefieres el taxi, te costará unos 30 EUR.
Burdeos dispone de excelentes conexiones ferroviarias de alta velocidad con París y otras ciudades de Europa. Ahora bien, la estación Saint Jean está a más de 3 kilómetros, así que necesitarás coger también un taxi o un tranvía.
Para llegar a Burdeos desde París, circula por la autopista A10 y llegarás directamente hasta el centro. Desde Barcelona, debes tomar la E15, la A9 y la A62.
Las compañías de autobuses que prestan sus servicios en la terminal de la calle Terres de Borde son Eurolines, Megabus y Flixbus. Sus tarifas resultan asequibles y permiten viajar hasta las principales ciudades francesas y europeas.
1. Bassins á Flot son los muelles húmedos de la ciudad que, en los últimos años, se han transformado maravillosamente. Ahora incluyen un notable museo, centros de degustación de vino, una base submarina y muchos cafés, bares y restaurantes.
2. Saint-Pierre es un lugar exclusivo, elegante, carismático y encantadoramente galo. Incluye centenares de tiendas independientes, la plaza de la Bourse y Porte Cailhau.
3. Saint-Michel es el centro gastronómico de Burdeos. Cuenta con atractivos como el mercado interior Marché des Capucins y excepcionales restaurantes, como La Brasseri Taverne du Passage.
Es un placer usar sus tranvías, autobuses y servicios de alquiler de bicicletas. Los billetes sencillos para los dos primeros cuestan 1,50 EUR, si bien resulta mejor adquirir bonos de 5 o 10 viajes.
No suele ser preciso tomar un taxi en Burdeos. Si te hace falta, mejor opta por Uber. Te costará 1 EUR la bajada de bandera y 1,5 EUR cada kilómetro seiscientos recorridos.
Alquilar un coche te permite alojarte cómodamente en un castillo fuera de la ciudad, desplazarte hasta las bodegas rurales y visitar atracciones próximas como el castillo de Duras. Thrify, Sixt y Hertz son las compañías habituales. Normalmente, por 15 EUR al día puedes alquilar un vehículo.
Comprar en Burdeos es una maravilla, sobre todo vino. El centro peatonal te ofrece las mejores oportunidades comerciales. Las calles Sainte-Catherine y Saint-James están plagadas de tiendas de ropa, joyas y perfumes. Las boutiques de moda, como Petrusse y Wolford, y la mítica Parfumerie de l'Ópera son magníficos exponentes del clásico lujo francés.
Para las compras diarias, los grandes almacenes como Galeries Lafayette y los supermercados Auchan y Carrefour son buenas opciones. Los precios resultan moderados: una cerveza nacional de medio litro te costará 1,93 EUR.