Ubicada al pie de la Sierra de Sandía, Albuquerque es la joya de Nuevo México. Y no se trata de una frase vacía, porque esta ciudad está repleta de fabricantes de joyas y diseñadores artesanales.
¿Quieres escapar del bullicio urbano? La Sierra de Sandía es ideal para escalar, caminar, andar en bicicleta o esquiar en temporada.
Esta ciudad colonial con 300 años de antigüedad combina su esencia histórica con la dimensión contemporánea. Pasea por las calles del casco histórico y explora el Museo de la Turquesa y el Museo de Arte e Historia. A continuación, cena en alguno de los innovadores restaurantes de cocina mexicana de alto standing, como Acapulco o El Pinto.
Albuquerque ofrece espectáculos deportivos de máximo nivel, sobre todo su equipo de baloncesto Los Lobos, que juegan en "The Pit".
Albuquerque se encuentra al pie de la Sierra de Sandía, un excelente entorno natural para caminar, montar a caballo, escalar, practicar ciclismo de montaña o incluso esquiar cuando llega la nieve. Si deseas combinar las actividades urbanas con hermosos paisajes, es un destino perfecto.
Esta ciudad tiene una larga tradición de artes y artesanías. Las influencias de los nativos americanos y de los colonos españoles se siguen apreciando. En el Museo Turquesa encontrarás hermosas joyas azules y en las tiendas de artesanías de Nob Hill y el Casco Antiguo conseguirás regalos únicos.
Albuquerque es sumamente atractiva para los amantes de la historia. Caminar por el casco antiguo hasta la iglesia de San Felipe de Neri es como viajar en el tiempo. También hay museos maravillosos, como el de Arte e Historia.
Los estudiantes de la Universidad de Nuevo México, ubicada en Albuquerque, adoran el deporte. En The Pit verás a los Lobos competir en la liga NCAA de baloncesto y en el University Stadium puedes presenciar estupendos partidos de fútbol americano universitario.
Albuquerque es famosa por sus salsas de chile rojo y verde ardiente. Cuenta con numerosos restaurantes de alta calidad, entre ellos Beralas, el Pinto y Ortega.
El Museo de Albuquerque está en el corazón del casco antiguo. Ofrece una rica colección de arte con 400 años de historia, que incluye piezas deslumbrantes, desde O'Keefe hasta Alvarado y desde Bosque hasta Blumenschein. También puedes admirar trajes de armadura española e históricas tallas de madera.
Retrocede en el tiempo 300 años al pasear por el casco antiguo, que incluye 150 galerías, tranquilos edificios de adobe, excelentes restaurantes, hoteles con encanto y una animada vida nocturna. Disfruta con las espectaculares actuaciones de los bailarines y músicos en la glorieta, compra souvenirs en Basket & Rug Shop y regala tu paladar en Garduño's.
Ubicado en paralelo al Río Grande, The New Bio Park alberga cuatro atracciones principales: el acuario, el zoológico, la playa Tingley y los jardines botánicos. Su enorme tanque de tiburones es una visita obligada. Pasea por sus tranquilos senderos y explora el exuberante jardín botánico, con gran variedad de plantas exóticas e insectos. Los leones, los tigres y los osos del zoo también te cautivarán.
Este vibrante centro cultural, que se encuentra a unos 3 kilómetros al noreste del casco antiguo, permite conocer a las tribus indígenas autóctonas. Anímate a degustar deliciosos platos tradicionales en Pueblo Harvest Cafe & Bakery, presencia cautivadores bailes tradicionales y participa en sus vibrantes eventos culturales. El Centro Cultural del Pueblo Indio está abierto todos los días, de 9 a 17 h.
Asentado en el lado norte del casco antiguo, el edificio de la parroquia de San Felipe de Neri, con 300 años de antigüedad, incorpora escuela, rectoría, museo y convento. Construido en 1793, su arquitectura posee una belleza incomparable e invita a explorar las impresionantes esculturas situadas en su pequeño jardín.
El Museo de Albuquerque está en el corazón del casco antiguo. Ofrece una rica colección de arte con 400 años de historia, que incluye piezas deslumbrantes, desde O'Keefe hasta Alvarado y desde Bosque hasta Blumenschein. También puedes admirar trajes de armadura española e históricas tallas de madera.
Retrocede en el tiempo 300 años al pasear por el casco antiguo, que incluye 150 galerías, tranquilos edificios de adobe, excelentes restaurantes, hoteles con encanto y una animada vida nocturna. Disfruta con las espectaculares actuaciones de los bailarines y músicos en la glorieta, compra souvenirs en Basket & Rug Shop y regala tu paladar en Garduño's.
Ubicado en paralelo al Río Grande, The New Bio Park alberga cuatro atracciones principales: el acuario, el zoológico, la playa Tingley y los jardines botánicos. Su enorme tanque de tiburones es una visita obligada. Pasea por sus tranquilos senderos y explora el exuberante jardín botánico, con gran variedad de plantas exóticas e insectos. Los leones, los tigres y los osos del zoo también te cautivarán.
Este vibrante centro cultural, que se encuentra a unos 3 kilómetros al noreste del casco antiguo, permite conocer a las tribus indígenas autóctonas. Anímate a degustar deliciosos platos tradicionales en Pueblo Harvest Cafe & Bakery, presencia cautivadores bailes tradicionales y participa en sus vibrantes eventos culturales. El Centro Cultural del Pueblo Indio está abierto todos los días, de 9 a 17 h.
Asentado en el lado norte del casco antiguo, el edificio de la parroquia de San Felipe de Neri, con 300 años de antigüedad, incorpora escuela, rectoría, museo y convento. Construido en 1793, su arquitectura posee una belleza incomparable e invita a explorar las impresionantes esculturas situadas en su pequeño jardín.
La mejor gastronomía de esta ciudad tiene influencia mexicana. La cocina de Nuevo México gira en torno a las salsas de chile rojo o verde y los panes sopapilla. Acapulco, Federico's y El Pinto son grandes alternativas gastronómicas. En Asian Grill puedes probar platos vietnamitas asequibles; Rasoi es una magnífica opción de comida india y el Rancher's Club es un marisquería de élite con una carne excelente. Una comida media cuesta unos $ 15 y, los menús gourmet, más de $ 25.
El otoño es la mejor época: programa tu viaje entre septiembre y noviembre para aprovechar el clima templado y el intenso calendario cultural. Si viajas en invierno, podrás subir a las pistas de esquí de Sandía. Y aunque el verano suele ser muy caluroso, recuerda que los precios bajan mucho en esta época.
El aeropuerto internacional de Albuquerque es un importante aeropuerto regional del oeste norteamericano. Lo utilizan aerolíneas como American, Southwest, Delta y United. Para acceder al centro de la ciudad, toma la línea 50, que cuesta solo $ 1. Los taxis son más caros: entre $ 20 y 25. También hay autobuses de enlace hasta los principales hoteles, como el Hyatt Regency.
La estación central se encuentra en el Centro de Transporte Alvarado, en la zona de Downtown. En ella puedes utilizar el servicio del Southwest Chief, que conecta diariamente Chicago y Los Ángeles.
Si conduces desde el oeste, toma la I-40 hasta Albuquerque. Si viajas desde el este, toma la I-40 y, desde las ciudades del norte, escoge la I-25.
Greyhound es el principal operador de autobuses interurbanos de Albuquerque. Su principal destino es el Centro de Transporte Alvarado. También hay servicios desde ciudades mexicanas, desarrollados por la compañía Autobuses Americanos.
1. El centro de la ciudad ha sido remodelado y, ahora, lo tiene todo. Incluye la principal zona de vida nocturna, restaurantes tradicionales como 66 Diner y muchos museos, entre ellos el de Arte e Historia y el de la Cascabel.
2. Nob Hill es una zona llena de lujosas mansiones de estilo colonial y restaurantes elegantes, como Elaine. El centro comercial Nob Hill es idóneo para comprar joyas artesanales y otros souvenirs, mientras que bares como Scalo ofrecen música en vivo hasta el amanecer, casi todas las noches del año.
3. El casco antiguo de Albuquerque es el núcleo histórico de la ciudad, que fue fundada en 1706. Incluye hermosos edificios como la catedral de Nuestra Señora de Guadalupe y museos como el Centro Cultural del Pueblo Indio. El Museo Turquesa es, asimismo, un lugar fantástico para encontrar las típicas piedras azules brillantes de esta localidad.
Los autobuses son gestionados por ABC Ride, pero el servicio no es extenso ni demasiado fiable. Las rutas 766 y 777, las líneas roja y verde, solo cuestan $ 2 y son muy prácticas para desplazarse por la avenida Central.
Si no tienes un coche alquilado, los taxis pueden ser esenciales en Albuquerque. Sus precios varían según las compañía, aunque la bajada de bandera está entre $ 2,70 y 3. Posteriormente pagarás unos $ 2,60 por cada 1,6 km. Viajarás más barato usando Uber, que cobra $ 1 de entrada y $ 0,85 por cada 1,6 kilómetros adicionales.
Albuquerque es una ciudad construida para los coches. Los nombres de las calles se dividen en cuatro cuadrantes, separados en un eje este-oeste por el ferrocarril y en otro norte-sur por la avenida Central. Circular no resulta, por ello, complicado.
¿Quieres visitar un distrito comercial lleno de tiendas de souvenirs? Descubre en el casco antiguo galerías como Amapola, que vende adornos y pinturas locales a precios asequibles. Y no te pierdas las tiendas de cerámica de los indios nativos, como Andrews Pueblo Pottery. Además, Nob Hill y Central Avenue incluyen grupos de boutiques, mientras que Coronado Mall, en Uptown, acoge firmas importantes como J.C. Penney y Sears.
Ahorrarás dinero comprando comestibles en Walmart, John Brooks, Trader Joe's y Whole Foods. Si quieres productos locales, acude a La Montañita Co-op. Medio litro de barril de cerveza local cuesta $ 3,5, una lata de 33 cl de cerveza importada $ 5,00 y un refresco de cola, 1,60.