En Shanghái podrás apreciar de verdad la fusión de sus tradiciones milenarias con la modernidad más vanguardista. En efecto, los rascacielos futuristas conviven con edificios coloniales y casas tradicionales llenas de encanto.
Esta ciudad, célebre por sus contrastes, se encuentra dividida por el río Huangpu. En el lado de Bund verás edificios de estilos gótico, románico, neoclásico, barroco y renacentista y, en la margen opuesta, el área de Pudong presenta la versión más moderna de esta impresionante urbe.
Shanghái te sorprenderá con su diversidad de atractivos. Alberga magníficos museos, entre ellos el Museo de Shanghái, galerías, históricas casas en estilo shikumen y múltiples oportunidades de entretenimiento diurno, ocio nocturno y compras de lujo.
El Bund, la zona peatonal más transitada de Shanghái, se extiende a lo largo de 2 kilómetros y permite apreciar las mejores vistas de Pudong. Alberga construcciones tan importantes como la Aduana de principios del siglo XX, la Plaza Financiera donde está el toro salvaje, réplica del Ranging Bull de Wall Street, y el Peace Hotel, construido en 1930.
La Torre de la Televisión, cuyo nombre oficial es la Torre de la Perla Oriental, es la edificación más emblemática del nuevo Shanghái. Su construcción, en 1995, marcó un hito en la evolución de la ciudad hacia la gran urbe que es hoy. Alberga miradores de vértigo, un restaurante giratorio, un pequeño parque de atracciones, tiendas, otros restaurantes y el Museo de Historia de Shanghái.
El SWFC es uno de los rascacielos más altos del mundo, con sus 492 metros de altura. De la planta 79 a la 93 se distribuyen las instalaciones del lujoso Hotel Park Hyatt Shanghai. Además, acoge una tienda de recuerdos, un bar panorámico y miradores que permiten contemplar unas vistas espléndidas de la ciudad.
La plaza del Pueblo es el centro administrativo de Shanghái. Además de integrar el precioso parque Renmin, la plaza está rodeada por algunos de los museos más importantes de la ciudad, como el Museo de Arte de Shanghái, el Gran Teatro de Shanghái y el Auditorio de Shanghái.
Esta institución te permite conocer la evolución urbana de Shanghái desde principios del siglo XX. Podrás descubrir una gran maqueta de 600 metros cuadrados que representa toda la ciudad y sus edificios, además de fotografías antiguas y la recreación de una calle de Shanghái en el año 1930. La entrada general cuesta ¥ 30.
Nanjing Road es la principal arteria comercial de Shanghái. El área es peatonal, así que recibe un constante flujo de visitantes que pasean y realizan compras. Por la noche, la calle brilla bajo una notable profusión de luces de neón, y la ciudad cobra vida otra vez.
El jardín de la Felicidad Yuyuan despliega un cautivante abanico de colores, sonidos y aromas. Es un placer pasear por sus caminos y admirar las vías de agua interconectadas, las pérgolas, la mística Roca de Jade y todos sus hermosos rincones. Desde la Gran rocalla podrás contemplar una vista panorámica del jardín.
Este es el museo más famoso de China. El edificio en sí es una maravilla arquitectónica, y sus amplios salones, que narran la historia del país, albergan los mayores tesoros chinos, desde piezas de bronce, cerámica y jade hasta caligrafía.
La pintoresca zona de Zhujiajiao está surcada por una red de canales navegables. Fue fundada hace 1700 años. Al navegar por la Venecia de Oriente descubrirás los jardines Kezhi, el monasterio de Yuanjin e innumerables casas de té.
Visita el Shanghai Disneyland Park, una de las atracciones más recientes de la ciudad, donde se encuentra el castillo de las princesas más grande del mundo. Otro lugar espectacular para visitar en familia es el Acuario oceánico de Shanghái, que alberga el túnel submarino más largo del planeta.
Nanjing Road es la principal arteria comercial de Shanghái. El área es peatonal, así que recibe un constante flujo de visitantes que pasean y realizan compras. Por la noche, la calle brilla bajo una notable profusión de luces de neón, y la ciudad cobra vida otra vez.
El jardín de la Felicidad Yuyuan despliega un cautivante abanico de colores, sonidos y aromas. Es un placer pasear por sus caminos y admirar las vías de agua interconectadas, las pérgolas, la mística Roca de Jade y todos sus hermosos rincones. Desde la Gran rocalla podrás contemplar una vista panorámica del jardín.
Este es el museo más famoso de China. El edificio en sí es una maravilla arquitectónica, y sus amplios salones, que narran la historia del país, albergan los mayores tesoros chinos, desde piezas de bronce, cerámica y jade hasta caligrafía.
La pintoresca zona de Zhujiajiao está surcada por una red de canales navegables. Fue fundada hace 1700 años. Al navegar por la Venecia de Oriente descubrirás los jardines Kezhi, el monasterio de Yuanjin e innumerables casas de té.
Visita el Shanghai Disneyland Park, una de las atracciones más recientes de la ciudad, donde se encuentra el castillo de las princesas más grande del mundo. Otro lugar espectacular para visitar en familia es el Acuario oceánico de Shanghái, que alberga el túnel submarino más largo del planeta.
Tienes que probar las deliciosas albóndigas de jiaozi, al vapor o fritas, un clásico de Shanghái, y también las empanadillas fritas de Yang's Fried Dumpling o las empanadillas al vapor de Fuchun Xiaolong. Visita uno de los restaurantes musulmanes de sopas musulmanes de Shanghái para ver cómo preparan tu sopa con fideos recién hechos, y también acércate a Lost Heaven, donde podrás probar platos típicos de Yunnan. Si prefieres saborear platos auténticos de Shanghái, hazlo en el restaurante Xian Qiang Fang. En un restaurante económico es posible comer por ¥ 35, mientras que una comida en un restaurante de lujo te costaría unos ¥ 200. Podrías pagar este precio en el restaurante bufé giratorio de La Perla Oriental.
La temporada de mayor afluencia turística se da entre mayo y septiembre, aunque las mejores épocas para visitar Shanghái son la primavera y el otoño. Estos períodos te permiten pasear sin lidiar con aglomeraciones, y acceder a precios más asequibles. Recuerda que el destacado Festival Internacional de Cine de Shanghái se celebra todos los años en el mes de junio.
Gran cantidad de viajeros llegan a Shanghái mediante el aeropuerto internacional de Shangái-Pudong (PVG), ubicado a 40 kilómetros del centro de la ciudad. Para acercarte hasta allí puedes ir en metro. La línea 2, por ejemplo, te lleva hasta la terminal de la ciudad y el templo Jing'an en 60 minutos; los billetes cuestan entre ¥ 2 y ¥ 7. También puedes aprovechar para experimentar un viaje en el tren Maglev. Este tren de levitación magnética te lleva a una velocidad de 431 km/h hasta la estación de Longyang Road en Pudong, adonde llega en unos 7 minutos. El billete sencillo cuesta ¥ 50. La tarifa de los taxis asciende a ¥ 160 antes de las 23:00 horas, pero es un 35 % más cara después.
Los servicios de trenes de alta velocidad llegan a la estación de tren de Hongqiao, que está cerca del aeropuerto de mismo nombre. El viaje desde Zhengzhou, por ejemplo, dura entre 5 y más de 12 horas, y el precio del billete oscila entre ¥ 95 y ¥ 522.
Las nuevas carreteras y autopistas conectan Shanghái con otras ciudades regionales como Suzhou, Hangzhou y Nanjing. La ciudad también se encuentra a solo 2,5 horas de Ningbo a través del Puente de la Bahía de Hangzhou.
Shanghai Hongqiao Bus Terminal está cerca del aeropuerto de Hongqiao. Hay servicios regulares desde muchas ciudades importantes. Por ejemplo, un viaje en autobús entre Nankín y Shanghái dura 4 horas y cuesta ¥ 85 aproximadamente.
1. Bund. Este es el distrito colonial de Shanghái, célebre por su paseo junto al río y sus destacados edificios históricos. Además, aquí funcionan restaurantes elegantes, como M on the Bund y Lost Heaven.
2. Huangpu. El centro de Shanghái es bien conocido por sus numerosas atracciones, como el Museo de Shanghái, la plaza del Pueblo y el ayuntamiento. Aquí se encuentra el sofisticado y exclusivo restaurante Ultraviolet by Paul Pairet.
3. La Concesión Francesa. Esta zona, que durante mucho tiempo se conoció como el París del Este, es una de las más elegantes de la ciudad. Aquí están el Estadio de Shanghái y el extenso distrito comercial de Xujiahui.
Shanghái posee un excelente sistema de transporte que comprende el metro, autobuses, ferries y el tren Maglev de alta velocidad. Puedes comprar un pase de metro de tres días por ¥ 45, o un pase combinado con un viaje en el tren Maglev y uso ilimitado de metro por ¥ 55 durante 24 horas. El autobús se paga por viaje, y cuesta ¥ 2.
En Shanghái operan más de 100 compañías de taxis. Si decides realizar algún traslado en taxi, pagarás ¥ 14 por la bajada de bandera y ¥ 2,50 por cada kilómetro recorrido.
Solo podrás disponer de un coche de alquiler si viajas con un conductor que posea un permiso de conducir chino. En compañías como Avis, por ejemplo, puedes alquilar un turismo estándar por unos ¥ 240 al día.
En el complejo Bund encontrarás tiendas de la jerarquía de South Bund Fabric Market o Armani. En Nanjing Road, por su parte, podrás acceder a buenas marcas a precios razonables, y no te pierdas la oportunidad de conocer el mercado de antigüedades Fuyou para cazar alguna ganga. Si viajas con niños, llévalos a explorar a gusto en los puestos del mercado Nihong Kids Plaza.
En Shanghái encontrarás los supermercados Carrefour, Tesco y City Shop, entre otras tiendas. Puedes orientarte con los precios a partir de que un litro de leche cuesta ¥ 18; y una docena de huevos, ¥ 16.