Hasta hace unas décadas, Pattaya era un pequeño y tranquilo pueblo de pescadores tailandés, totalmente ajeno al mundanal ruido. Todo cambió durante la guerra de Vietnam, cuando un grupo de militares estadounidenses descubrió su extraordinaria belleza mientras buscaba un lugar para refugiarse entre batalla y batalla.
Desde entonces, Pattaya ha crecido a pasos agigantados hasta convertirse en el primer destino turístico de playa en su país y un resort de clase mundial, con grandes cadenas hoteleras, amplia oferta gastronómica y una vibrante vida nocturna.
La playa urbana Pattaya Beach probablemente no sea el mejor lugar para relajarse bajo el sol, pues es muy ruidosa, está abarrotada de gente y sus aguas están lejos de ser cristalinas. No obstante, a solo dos kilómetros de Pattaya Beach se ubica la playa de Jomtien, un limpio y tranquilo oasis natural, donde podrás bañarte y practicar todo tipo de deportes acuáticos.
El centro de Pattaya, conocido como Walking Street, es algo espectacular. Se trata de una gran zona peatonal que cobra vida por las noches y está repleta de restaurantes con música en vivo, bares go-go, cabarets y clubs nocturnos. Es un lugar de contrastes, ruidoso, estridente y maravilloso al mismo tiempo, con un aire de picardía que llama la atención.
Una visita a Pattaya sería incompleta sin zambullirse en su exótica cultura y conocer sus tradiciones milenarias. Los monumentos históricos y religiosos más importantes son el Santuario de la Verdad, construido en madera sin un solo clavo; y Khao Phra Tamnak, un templo budista que alberga una gigantesca estatua dorada de Buda.
Pattaya es un paraíso de las compras, repleto de enormes centros comerciales, mercados al aire libre y puestos de venta ambulante en las aceras. Especial interés entre los turistas despierta el mercado flotante de Pattaya, donde la mercancía se vende desde unas pequeñas y coloridas barcas. Ubicado en Sukhumwit Road, el mercado flotante abre a diario y ofrece desde ropa y especias hasta joyas y artesanías.
Materias primas exóticas, creatividad y elaborada presentación de cada plato se reúnen para ofrecer lo mejor de la gastronomía tailandesa. Anímate a probar las delicias locales, como el coco relleno con helado de coco o la hoja de plátano a la plancha rellena de arroz y plátano, que se sirven en puestos callejeros. O reserva media jornada a realizar un curso de cocina que incluye una visita al mercado, preparación de varios platos por el profesor, después por los alumnos y, por supuesto, la esperada degustación.
Creado en 1973, este santuario proporciona un entorno seguro a los elefantes viejos e incapaces de valerse por sí mismos. Una vez aquí, podrás unirte a una de las excursiones guiadas, dar una vuelta por la jungla a lomos de un elefante y disfrutar de un paseo en barco por el lago. Al final de la visita te servirán una comida o cena de estilo bufé tailandés.
Este increíble parque de miniaturas permite descubrir, en menos de 3 horas, todas las maravillas del mundo hechas por el hombre. Entre ellas, las estructuras más emblemáticas de Tailandia, como el Templo del Buda Esmeralda o el Salón del Trono, y los puntos de referencia internacionales, como el Arco del Triunfo de París, la Tower Bridge de Londres y la Estatua de la Libertad de Nueva York.
Ubicado entre el centro urbano y Jomtien Beach, el parque cuenta con atracciones acuáticas, piscinas, tiendas y restaurantes. La guinda del pastel es la Torre del Parque Pattaya de 170 metros de altura, cuya plataforma de observación ofrece vistas panorámicas de la ciudad. Los más valientes pueden bajar desde la torre por una tirolina efectuando una carrera sin igual hasta alcanzar la tierra firme.
Este museo de ilusiones ópticas es una de las atracciones más originales de Tailandia. Su interior cuenta con murales escénicos, obras maestras clásicas en 3D como la Gioconda de Leonardo Da Vinci y habitaciones de camuflaje con efectos alucinantes. Durante tu visita podrás dibujar las cejas a la Mona Lisa, dar de comer a los elefantes o fotografiarte "dentro" de las pinturas.
Ubicado a 15 kilómetros de Pattaya, Cartoon Network Amazone Waterpark es el primer parque acuático inspirado en los dibujos animados de Cartoon Network. Su interior recrea una atmósfera de selva tropical del Amazonas y cuenta con varias atracciones, una playa artificial, zona de rafting y espectáculos en vivo con la participación de los famosos personajes infantiles como Johnny Bravo, Ben Tennyson o las Supernenas.
Creado en 1973, este santuario proporciona un entorno seguro a los elefantes viejos e incapaces de valerse por sí mismos. Una vez aquí, podrás unirte a una de las excursiones guiadas, dar una vuelta por la jungla a lomos de un elefante y disfrutar de un paseo en barco por el lago. Al final de la visita te servirán una comida o cena de estilo bufé tailandés.
Este increíble parque de miniaturas permite descubrir, en menos de 3 horas, todas las maravillas del mundo hechas por el hombre. Entre ellas, las estructuras más emblemáticas de Tailandia, como el Templo del Buda Esmeralda o el Salón del Trono, y los puntos de referencia internacionales, como el Arco del Triunfo de París, la Tower Bridge de Londres y la Estatua de la Libertad de Nueva York.
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Pattaya cuenta con numerosos restaurantes de distintas categorías que encajan con todos los gustos y presupuestos. Para disfrutar de la tradicional comida tailandesa, los mejores lugares son el restaurante The Bistro, donde un menú para dos personas cuesta ฿ 450; y el elegantísimo Moonlight Fine Dining, donde podrías cenar en una atmósfera romántica por ฿ 900 por comensal.
El mejor momento para viajar a Pattaya es entre noviembre y febrero, cuando las temperaturas rondan los 29 ºC y no hay que preocuparse por las lluvias.
Aunque Pattaya no es accesible por aire desde España, puedes viajar en avión hasta Bangkok y desde ahí recorrer el resto del camino en tren, autobús o en coche de alquiler. Desde Madrid y Barcelona, se realizan vuelos a Bangkok a través de las compañías Aeroflot, Qatar Airways, Emirates, Air Europa, Brussels Airlines, Air France y Lufthansa. Se trata de rutas de 14-15 horas de duración con una escala en Moscú, Doha, Bruselas, París, Fráncfort del Meno o Dubái.
Desde la estación de trenes Hua Lamphong en Bangkok se realizan conexiones diarias a Pattaya de 4 horas de duración. Un billete sencillo cuesta ฿ 30.
Pattaya se encuentra a 149 kilómetros de Bangkok y conecta con la capital del país mediante la autopista Highway 7. A su vez, la carretera Highway 34 enlaza Pattaya con las ciudades tailandesas de Bang Na y Chonburi.
Desde la estación de autobuses Ekkamai en Bangkok se gestionan rutas directas a Pattaya de 3 horas de duración. El billete cuesta unos ฿ 200.
1. Si buscas la tranquilidad, el centro de Pattaya definitivamente no es para ti. Se trata del barrio más bullicioso de la ciudad, con un tráfico constante en las calles y multitud de gente disfrutando de la fiesta hasta el amanecer. La principal ventaja de Pattaya Central es su cercanía a los principales atractivos turísticos y su gran oferta de alojamientos baratos.
2. El barrio de Pratamnak Hill es conocido como el Beverly Hills de Pattaya. Además de ser una de las áreas más caras y elitistas, es también la zona más verde de la ciudad, con bonitos parques, excelentes playas y numerosos cafés, restaurantes, salones de masajes y locales de entretenimiento. La familia real tailandesa fijó en Pratamnak Hill su residencia, por lo que toda esta zona goza de especial protección y seguridad.
3. El área de Thappraya Road destaca por su privilegiada ubicación: queda fuera del bullicio turístico, pero aun así está a tiro de piedra de Walking Street y Pratamnak Hill. Esto la convierte en un barrio perfecto para todos aquellos que desean estar cerca del epicentro de la vida nocturna, pero lo suficientemente lejos para alojarse en un ambiente tranquilo.
El principal medio de transporte público de Pattaya son los songthaews, pequeñas camionetas que destacan por su lentitud y que circulan con frecuencia por toda la ciudad. Su gran ventaja es que puedes subir o bajar de ellas en cualquier momento a lo largo de la ruta. Un viaje te costará ฿ 10.
Pattaya cuenta con una amplia flota de taxis convencionales y sus competidores directos llamados "tuk-tuks". Estos últimos son pequeñas y veloces furgonetas de tres ruedas, cuya exótica apariencia las convierte en un atractivo turístico. Los tuk-tuks no llevan taxímetro ni tienen tarifas fijas, por lo que es importante negociar el precio con su conductor antes de subir a bordo. Por regla general, la tarifa inicial comienza en unos ฿ 200-300 por un trayecto corto, aunque regateando puedes rebajarla a la mitad. En taxi, el mismo recorrido te costaría entre ฿ 250 y 400.
Conducir en Pattaya puede ser frustrante por los continuos atascos y el caos que reina en sus calzadas. Si aun así te planteas alquilar un coche, tienes a tu disposición numerosas empresas de alquiler, entre ellas Pattaya Rent a Car y Pattaya Car 4 Rent, donde podrás conseguir un vehículo compacto por ฿ 775 al día.
En Pattaya el regateo es habitual tanto en mercados como en tiendas. La principal calle comercial es Pattaya Sai Song Road, donde se ubican numerosas tiendas y el centro comercial más grande de Asia, Central Festival Pattaya. Otro curioso lugar de compras es Mimosa Pattaya que recrea la bella ciudad francesa de Colmar y que, más que un centro comercial, parece una atracción turística.