Déjate envolver por la magia de Cusco (también escrito Cuzco), donde la cultura inca sigue viva en sus habitantes. Saborea cada momento de tu estancia en la ciudad, cuyos más de tres mil años de historia tienen mucho que contarte. Explora sin prisas sus calles y plazas empedradas, donde transcurre la vida de los orgullosos herederos de una gran civilización ancestral.
En el idioma quechua, Cusco significa "el ombligo del mundo". Desde aquí se manejaba el poderoso imperio de los Incas, cuyo legado sigue retando al tiempo y a la ciencia. ¿Cómo levantaron sus majestuosas pirámides? ¿Cómo construyeron puentes y caminos, que aún se utilizan? ¿Qué avanzada ingeniería usaron para construir las ciudades de piedra? Descúbrelo en un viaje místico y ancestral al corazón del imperio, la mítica ciudad de Cusco.
Por la gran cantidad de monumentos que posee, Cusco suele ser denominada la "Roma de América". Además, debido a su milenario pasado y grandes acontecimientos ocurridos aquí en distintas épocas, la ciudad fue declarada oficialmente la capital histórica del país.
Cusco está llena de muros incaicos formados por gigantescas piedras ciclópeas. Estas increíbles construcciones son consideradas una maravilla de la arquitectura. No es para menos: sus cortes son tan precisos y el ensamblaje tan perfecto que incluso la maquinaria moderna no sería capaz de realizar una obra así. Sobre estas cautivantes estructuras posteriormente se levantó la ciudad colonial, cuyas joyas arquitectónicas más preciadas son la Plaza de Armas, la catedral del Cuzco y la iglesia de la Compañía de Jesús.
Uno de los lugares más interesantes en el corazón de Cusco es el Templo del Sol, también conocido como Coricancha. Una vez cubierto enteramente con láminas de oro, era un lugar de culto donde los incas rendían homenaje a su máximo dios, el Sol. Otro templo histórico de obligada visita es el convento de La Merced, construido en el siglo XVI y considerado uno de los más bellos de toda la América Latina. En 1650 su recinto sufrió serios daños a causa de un gran terremoto y fue reconstruido por completo 20 años después.
Esta joya inca fue construida con la sabiduría de los antiguos peruanos en un maravilloso paraje natural. Declarado Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1981, Machu Picchu es también una de las siete nuevas maravillas del mundo. Una vez en la Ciudad Perdida, podrás sentir el espíritu de una de las más avanzadas y misteriosas civilizaciones de la antigua historia.
Impactante y seductora, la ciudad de Cusco presume de tener una gran variedad de museos. El más "sabroso" de todos es el Choco Museo o Museo de Chocolate situado en la plaza de Regocijo. Una vez aquí, puedes conocer de forma interactiva la historia del cacao procedente de la zona y preparar tu propio chocolate en uno de los talleres. Entre otros museos de Cusco destacan el Museo de la Coca, Museo de Arte Religioso, Museo Inka y el Museo Machu Picchu, cuyo recinto alberga numerosos objetos en metal y piedra, fabricados por artesanos inca.
El cuzqueño es un pueblo fiestero por excelencia. Por tanto, no es de extrañar que sus celebraciones religiosas se convierten en verdaderas fiestas, donde el baile, comida y bebida son tan importantes como las procesiones y rituales sagrados. Las celebraciones más populares de Cusco son la Semana Santa y la Inti Raymi, una gran fiesta dedicada al Sol y llevada a cabo en la fortaleza ceremonial de Sacsayhuamán, que representa al dios mas poderoso del imperio Inca. Desde este mágico lugar se abren vistas panorámicas de la ciudad y sus alrededores.
El casco histórico de Cusco es una zona principalmente peatonal, a cuyos mayores atractivos se puede llegar caminando. Puedes comenzar tu recorrido en la Plaza de Armas, considerada el centro neurálgico de la ciudad y el lugar de reunión de sus habitantes. Aquí se erigen la majestuosa catedral del Cuzco y la iglesia de la Compañía de Jesús, construidas sobre el palacio incaico de Wiracocha y el palacio indígena de Huayna Cápac, respectivamente. Sigue tu ruta caminando hacia la antigua plaza de la Merced, calle Marqués, plaza San Francisco, calle Herrajes y continúa hasta llegar al barrio más artístico de la ciudad, San Blas.
El viaje en tren a la Ciudad Perdida desde Cusco es una experiencia única. Te recomendamos madrugar para tomar el primer tren hacia Machu Picchu y poder disfrutar el máximo tiempo posible paseando entre sus ruinas. La mejor opción es viajar a bordo del nuevo tren panorámico "The 360º Machu Picchu Train": tendrás a tu disposición amplias ventanas, cómodos asientos y un menú gourmet incluido. Si llevas un calzado cómodo y te desborda el espíritu aventurero, puedes bajar del tren en una de las estaciones intermedias y realizar la famosa Ruta Inca.
Construido sobre un cementerio de indígenas, el monasterio de La Merced alberga un grande y extraño lienzo, llamado "La Virgen de la Leche". Este peculiar cuadro del siglo XVIII, obra del pintor cusqueño Ignacio Chacón, retrata un momento clave de la vida de San Pedro Nolasco. Se trata de un religioso barcelonés, canonizado en 1628, al que un día se le apareció la Virgen vestida de blanco. En sus brazos llevaba al niño Jesús, quien invitaba al santo a compartir con él la leche materna.
Cusco está disputando con Lima el título de la meca del turismo gastronómico. Además de ser muy sabrosa, la comida cusqueña es muy barata. En algunos locales por solo 4 soles puedes disfrutar de un menú de 2 platos y un postre. Una vez en la ciudad, no dudes en degustar sus delicias culinarias de tradición andina: chancho al horno, pastel de choclo con patatas, mote con queso, chuño cola o chicharrón a la cusqueña.
La noche cusqueña es joven, divertida y muy larga. Tanto que se convierte en una aventura sin horario. Así que prepárate para vivir una alocada, cosmopolita e intensa vida nocturna, siempre con un inconfundible toque andino. La mayoría de los bares y discotecas de Cusco abren sus puertas a las ocho de la tarde y cierran en torno a las cinco de la madrugada. Entre las bebidas autóctonas más populares se encuentran la cerveza cusqueña considerada una de las mejores del mundo y el licor pisco.
El casco histórico de Cusco es una zona principalmente peatonal, a cuyos mayores atractivos se puede llegar caminando. Puedes comenzar tu recorrido en la Plaza de Armas, considerada el centro neurálgico de la ciudad y el lugar de reunión de sus habitantes. Aquí se erigen la majestuosa catedral del Cuzco y la iglesia de la Compañía de Jesús, construidas sobre el palacio incaico de Wiracocha y el palacio indígena de Huayna Cápac, respectivamente. Sigue tu ruta caminando hacia la antigua plaza de la Merced, calle Marqués, plaza San Francisco, calle Herrajes y continúa hasta llegar al barrio más artístico de la ciudad, San Blas.
El viaje en tren a la Ciudad Perdida desde Cusco es una experiencia única. Te recomendamos madrugar para tomar el primer tren hacia Machu Picchu y poder disfrutar el máximo tiempo posible paseando entre sus ruinas. La mejor opción es viajar a bordo del nuevo tren panorámico "The 360º Machu Picchu Train": tendrás a tu disposición amplias ventanas, cómodos asientos y un menú gourmet incluido. Si llevas un calzado cómodo y te desborda el espíritu aventurero, puedes bajar del tren en una de las estaciones intermedias y realizar la famosa Ruta Inca.
Construido sobre un cementerio de indígenas, el monasterio de La Merced alberga un grande y extraño lienzo, llamado "La Virgen de la Leche". Este peculiar cuadro del siglo XVIII, obra del pintor cusqueño Ignacio Chacón, retrata un momento clave de la vida de San Pedro Nolasco. Se trata de un religioso barcelonés, canonizado en 1628, al que un día se le apareció la Virgen vestida de blanco. En sus brazos llevaba al niño Jesús, quien invitaba al santo a compartir con él la leche materna.
Cusco está disputando con Lima el título de la meca del turismo gastronómico. Además de ser muy sabrosa, la comida cusqueña es muy barata. En algunos locales por solo 4 soles puedes disfrutar de un menú de 2 platos y un postre. Una vez en la ciudad, no dudes en degustar sus delicias culinarias de tradición andina: chancho al horno, pastel de choclo con patatas, mote con queso, chuño cola o chicharrón a la cusqueña.
La noche cusqueña es joven, divertida y muy larga. Tanto que se convierte en una aventura sin horario. Así que prepárate para vivir una alocada, cosmopolita e intensa vida nocturna, siempre con un inconfundible toque andino. La mayoría de los bares y discotecas de Cusco abren sus puertas a las ocho de la tarde y cierran en torno a las cinco de la madrugada. Entre las bebidas autóctonas más populares se encuentran la cerveza cusqueña considerada una de las mejores del mundo y el licor pisco.
Una de las mejores maneras de conocer el verdadero Cusco es probar su comida tradicional. Para ello la ciudad cuenta una inmensa diversidad de cafés, tabernas y restaurantes, donde por un módico precio se puede disfrutar de la exquisita gastronomía andina. Te recomendamos el local El Gusto es Nuestro que ofrece excelentes platos de la cocina peruana, pero también la comida italiana y francesa. Y si te gusta cuidar tu alimentación, no dudes en visitar el restaurante Greens Organic: por 15-20 soles puedes degustar lo mejor de la comida autóctona e internacional, cuyos ingredientes pasan por un mínimo proceso térmico para conservar todas sus propiedades.
La mejor época para viajar a Cusco es entre junio y septiembre por tratarse de la estación seca. La mayor afluencia turística coincide con la fiesta Inti Raymi que cada año se celebra el 24 de junio. Este día la cuidad entera sale a la calle para disfrutar de las procesiones y bailes, aunque el plato fuerte de la fiesta es la celebración en Saqsaywaman, donde se encuentran las ruinas incas.
El avión es la opción más cómoda y rápida de viajar a Cusco desde cualquier parte del mundo. No hay vuelos directos procedentes de Europa: todos tienen un transbordo en Lima, desde donde se tarda otros 30 minutos en llegar.
El aeropuerto internacional de Cusco se encuentra a solo 3,7 km del casco urbano. La única forma de llegar a la ciudad en transporte público es en pequeñas furgonetas llamadas "combis". Estos minibuses no tienen horarios oficiales, pero circulan con bastante frecuencia. Sin embargo, siempre van abarrotados de gente, por lo que a menudo es difícil encontrar sitio para el equipaje. Si tienes varias maletas, te recomendamos coger un taxi.
Salvo la conexión ferroviaria con Machu Picchu, no existe ninguna ruta de tren entre Cusco y otras ciudades peruanas, ni con el resto de los países de América Latina.
Si al llegar a Lima, decides ir a Cusco en coche (aunque es la opción menos popular entre los viajeros), puedes tomar la carretera Panamericana Sur, también conocida como PE-1S, y seguir hasta Nasca. Desde ahí continúa por la carretera PE-30A y, poco antes de llegar a Abancay, coge la ruta PE-3S hasta Cusco. En total, tendrás que recorrer unos 1100 kilómetros.
1. El barrio de San Blas, también llamado el "barrio de los artesanos", es una de las zonas más pintorescas de Cusco. Paseando por sus estrechas y empinadas calles, podrás contemplar impresionantes edificios coloniales y visitar numerosas tiendas de artesanía. Al estar ubicado en una colina, San Blas también se conoce como el "Balcón de Cusco", desde donde se puede disfrutar de las vistas panorámicas de la ciudad.
2. El barrio de Santa Ana se encuentra en la zona norte de Cusco y tiene un encanto especial otorgado por su milenaria historia. Desde el año 700 a. C. este lugar fue habitado por el pueblo indígena de Chanapata y posteriormente formó parte del Imperio Inca. Era un área dedicada a la agricultura, que aún conserva rastros de las terrazas andinas donde se cultivaban maíz, quinoa, patatas y frijoles.
3. El barrio de San Cristóbal está situado en la parte alta de Cusco, muy cerca de Santa Ana. Desde aquí los viajeros pueden apreciar las vistas más impresionantes de la ciudad. En este barrio se encuentran las ruinas del Palacio Colcampata que fue la residencia de Manco Cápac, el fundador de la civilización inca.
Cusco es una ciudad compacta, por lo que no tendrás inconvenientes en recorrerla a pie. Eso sí, recuerda que sus calles son bastante empinadas, de modo que podrás cansarte antes de lo previsto.
Otro factor a tener en cuenta es que la cuidad de Cusco está situada a 3400 metros sobre el nivel de mar. Esto significa que, al llegar aquí, puedes sufrir el mal de altura, o falta de oxígeno en sangre. La buena noticia es que este malestar no suele durar más de un día y la mala, es que durante este periodo es mejor evitar caminatas largas. Mientras tanto, puedes recorrer la ciudad en un bus panorámico (sale desde la Plaza de Armas) o recurrir al transporte público: los combis. Estos minibuses tienen la parada en la calle Ayacucho, muy cerca de Plaza de Armas, y te pueden llevar a cualquier parte de Cusco. El precio del billete es de aproximadamente 1 S/.
Otra forma de moverte por Cusco es en taxi. Este medio de transporte no solo es cómodo, sino también muy barato. Por ejemplo, recorrer el centro de la ciudad te costaría unos 4-5 S/. Además, hay miles de taxis circulando por todo Cusco en busca de turistas, por lo que podrás recurrir a su servicio en cualquier momento.
Si lo que buscas es una total libertad en el viaje, puedes alquilar un coche. De esa forma podrás visitar a tu ritmo los pueblos más cercanos a Cusco, como Chinchero, Maras o Moray. El coste de alquiler es a partir de 122-129 S/ al día. Si te decantas por viajar en coche alquilado, reserva un hotel con parking privado. De lo contrario, podrás tener dificultades para estacionar tu vehículo, especialmente en el centro histórico.
Cusco es el principal productor de lana de alpaca a nivel mundial. Por esta razón es casi obligatorio hacerte con una de esas prendas tejidas a mano con las mejores hebras del mundo y decoradas con alegres motivos andinos. Además de sus excelentes telares, Cusco pone a disposición del viajero un sinfín de tiendas y talleres de cerámica, souvenirs de madera, artículos de arte y joyería de plata con pedrería semipreciosa.
En general, la comida y bebida en Cusco tienen precios muy económicos. Los supermercados Orión ofrecen las tarifas más bajas de toda la ciudad y disponen de sucursales en varias zonas urbanas, incluida la Plaza de Armas. A su vez, el supermercado Plaza Vea, situado en la avenida Collasuyo, tiene una infraestructura más moderna, aunque sus precios son más altos.