Pocas ciudades en el mundo tienen la historia de Atenas. La cuna de la democracia, el hogar de los primeros teatros o la ciudad en la que nació la filosofía y muchas de las ciencias actuales; es un destino que hay que explorar a fondo.
Cualquier visita a la Atenas más clásica tiene que incluir paradas en lugares como el ágora o la Acrópolis, dos espacios llenos de historia. Pero no solo se debe mirar al pasado, la Atenas más moderna tiene mucho que decir. Ir al mercado al aire libre del barrio de Monastiraki o descubrir el lujo del moderno distrito de Kolonaki son planes más que aconsejables, lo mismo que recorrer las modernas y alternativas calles de Metaxourgeio. En este último barrio es posible encontrar bares y restaurantes muy actuales como el Epi Kerameikos o el antiguo Tavernerio To Metaxourgeio que lleva abierto desde 1933 y ofrece platos tradicionales acompañados de vinos de la tierra.
Cuando cae la noche en Atenas, la ciudad se transforma y cobra una vida fascinante. Uno de los mejores rincones para disfrutar de ello es el distrito de Glyfada cercano a la playa.
Corría el siglo VI a. C. cuando un grupo de ciudadanos atenienses decidieron dar forma a un sistema de gobierno que lo cambiaría todo durante milenios. Se trata de la democracia, y es que en Atenas fue donde nació este sistema político. Para descubrir esta herencia nada mejor que visitar Pnyx, lugar en el que pronunciaban sus discursos políticos como Pericles o Alcibíades.
Los restos arqueológicos que muestran el esplendoroso pasado de Atenas se encuentran repartidos por toda la ciudad. Por citar solo uno de los más atractivos, el ágora de Atenas es un espacio al aire libre que se encontraba rodeado de edificios públicos y que era el centro de la vida de los ciudadanos locales.
Los atenienses aman el ocio, por lo que es buena idea que compartas este rasgo con ellos. Puedes acercarte a la terraza del BIOS para contemplar la puesta de sol o ir a disfrutar de la música en un club nocturno como Barouge para descubrir que Atenas es una ciudad muy viva.
Musaca, tzatziki, kleftiko y otros muchos platos son fundamentales para conocer la cocina griega. Atenas es uno de los destinos gastronómicos del país, así que no está de más pasarse por lugares como el moderno Funky Gourmet o el más tradicional 5F para probar las anteriores especialidades.
En Atenas conviven artistas, estudiantes e intelectuales procedentes de muchos rincones del país. Esto se nota en espacios como la Galería Municipal situada en Metaxourgeio. También puedes disfrutar de la música en vivo en espacios como el Stoa Athanaton.
Los antiguos templos de la Atenas clásica observan la ciudad desde las alturas. La belleza de construcciones como el Partenón o el Erecteion es un motivo más que suficiente para que te acerques a este espacio. Además, cuando desciendas por el camino que lleva a la ciudad te encontrarás con los barrios de Plaka y Anafiotika, otros dos lugares que merecen ser explorados a fondo.
Desde el ágora antigua a la moderna. La plaza Síntagma alberga el actual parlamento griego y está diseñada de forma que recupera la tradición democrática de la Atenas clásica. El cambio de guardia o el cercano Jardín Nacional son buenos motivos para visitar el actual corazón de la ciudad.
Justo encima del barrio de Kolonaki se encuentra un monte que cuenta con las mejores vistas sobre la ciudad. El Licabeto, al que se puede subir a pie o mediante un funicular, tiene en su cumbre una capilla del siglo XIX dedicada a San Miguel y un anfiteatro al aire libre, por lo que ascender sus 300 metros de altura es algo que se verá recompensado sin duda alguna.
Esta es una de las vías más populares para los habitantes de Atenas. Va desde la plaza Síntagma hasta la de Monastiraki. Hacer una parada en la iglesia de Panagia Kapnikarea es una gran idea para llevar a cabo un recorrido muy atractivo.
Aunque no se trata de un barrio de la ciudad como tal, la realidad es que El Pireo es el puerto tradicional de Atenas. El viaje lleva pocos minutos y te da la oportunidad de disfrutar del mismo puerto de la ciudad y de barrios como Kastella, uno de los lugares más pintorescos de la zona.
Los antiguos templos de la Atenas clásica observan la ciudad desde las alturas. La belleza de construcciones como el Partenón o el Erecteion es un motivo más que suficiente para que te acerques a este espacio. Además, cuando desciendas por el camino que lleva a la ciudad te encontrarás con los barrios de Plaka y Anafiotika, otros dos lugares que merecen ser explorados a fondo.
Desde el ágora antigua a la moderna. La plaza Síntagma alberga el actual parlamento griego y está diseñada de forma que recupera la tradición democrática de la Atenas clásica. El cambio de guardia o el cercano Jardín Nacional son buenos motivos para visitar el actual corazón de la ciudad.
Justo encima del barrio de Kolonaki se encuentra un monte que cuenta con las mejores vistas sobre la ciudad. El Licabeto, al que se puede subir a pie o mediante un funicular, tiene en su cumbre una capilla del siglo XIX dedicada a San Miguel y un anfiteatro al aire libre, por lo que ascender sus 300 metros de altura es algo que se verá recompensado sin duda alguna.
Esta es una de las vías más populares para los habitantes de Atenas. Va desde la plaza Síntagma hasta la de Monastiraki. Hacer una parada en la iglesia de Panagia Kapnikarea es una gran idea para llevar a cabo un recorrido muy atractivo.
Aunque no se trata de un barrio de la ciudad como tal, la realidad es que El Pireo es el puerto tradicional de Atenas. El viaje lleva pocos minutos y te da la oportunidad de disfrutar del mismo puerto de la ciudad y de barrios como Kastella, uno de los lugares más pintorescos de la zona.
Comer en Atenas no es nada caro, ya que se pueden encontrar restaurantes que mantienen precios de unos 20 EUR por persona o puestos callejeros que ofrecen platos como el gyros por 5 EUR o menos. Por otro lado, para probar los platos típicos de la ciudad es posible acudir a Trapezaria, un lugar especializado en carnes. Los pescados y mariscos locales pueden degustarse en establecimientos como Arsenis Taverna Iseris o Sardelaki.
El verano suele ser la época en la que Atenas recibe un mayor número de visitantes. Esto puede convertirse en un inconveniente por las multitudes que llenarán los lugares turísticos y por el calor que suele hacer en la ciudad entre los meses de junio y septiembre.
Con esto en cuenta, puede que abril y octubre sean los mejores meses para conocer la capital griega. Temperaturas más suaves y opciones de alojamiento más económicas son razones que aconsejan intentar realizar el viaje durante estos meses.
El principal aeropuerto de la ciudad es el Eleftherios Venizelos (ATH) situado a unos 40 km aproximadamente del centro. El viaje puede hacerse con comodidad al elegir el metro directo que tiene un precio de 10 EUR. Los autobuses X93, X95 y X96 funcionan las 24 horas del día de los siete días de la semana y tienen un coste de 6 EUR por viaje.
La principal estación de la ciudad está situada en el barrio de Kolonos y conecta con ciudades nacionales y con otras internacionales como Sofía, Zagreb o Belgrado.Esta estación dispone de parada de metro en su interior, concretamente la línea 2 es la que conecta el edificio con el resto de la ciudad.
Si alquilas un coche en el mismo aeropuerto puedes llegar a Atenas a través de la autopista 62 y cambiar en Gerakas a la autopista 54 que lleva al centro de la ciudad. En Atenas están presentes muchas empresas de alquiler de vehículos como Hertz o Sixt, por lo que es sencillo acceder a esta opción de transporte.
La principal estación de la ciudad se encuentra en Kifissos y conecta con la plaza Síntagma a través de la línea 51 de autobuses urbanos de la ciudad.La red griega de autobuses es moderna y eficiente, lo que hace posible tener muy presente esta opción para visitar las localidades cercanas a Atenas.
Plaka: está situado en la ladera norte de la Acrópolis y es uno de los barrios más populares y tradicionales de la ciudad. Alojarse aquí es ideal para estar a pocos pasos de lugares como el ágora o el Museo de Arte Islámico Benaki.
Kolonaki: este es un barrio moderno y sofisticado que destaca por contar con una buena oferta de ocio. Alojarse aquí permite disfrutar de espacios como el restaurante Filippou o el exclusivo bar de jazz Minnie the Moocher.
Metaxourgeio: un barrio enfocado a la vida cultural que ofrece un gran ambiente a cualquier hora del día y atractivos artísticos como la Galería Municipal de Atenas. The Breeder es otra de las galerías de arte que más importancia tienen en la zona.
El metro de Atenas es la mejor opción en este sentido al conectar las zonas de interés turístico de la ciudad y otras como el aeropuerto o el puerto de El Pireo. El billete sencillo de metro cuesta 1,20 EUR y se puede usar tanto en el suburbano como en los autobuses de la ciudad. Se puede obtener un bono diario por 4 EUR y uno semanal por 10 EUR.
Los taxis amarillos de Atenas son una buena opción por eficiencia y precio. El coste de este servicio es de 1 EUR por la bajada de la bandera y entre 0,50 EUR y 0,80 EUR por kilómetro recorrido, algo que depende del momento del día.
Tanto en el aeropuerto como en el centro de la ciudad se pueden encontrar oficinas para el alquiler de coches de empresas como Sixt, Avis o Europcar. El coste puede llegar a ser de unos 7 EUR al día, un precio económico que te permitirá viajar a destinos cercanos como Micenas o Corinto de forma autónoma.
En Atenas puedes ir de compras y apostar por los precios populares del mercado de Monastiraki o elegir el lujo de las tiendas de Kolonaki o Ermou. Las opciones son tan diferentes como también lo son sus precios. En lo que se refiere a la compra de artículos básicos como comida, Atenas es una ciudad barata si se eligen sus supermercados o el Varvakios Agora. Los precios suelen estar alrededor de 0,70 EUR por un kilo de fruta.